Investigación y Desarrollo
Fascinantes hallazgos sugieren que la transferencia materna de IgE
FASCINANTES HALLAZGOS SUGIEREN QUE LA TRANSFERENCIA MATERNA DE IGE PODRÍA CONTRIBUIR A LA SUSCEPTIBILIDAD Y DESARROLLO DE ENFERMEDADES ATÓPICAS O COMO MECANISMO DE DEFENSA EN LA PIEL
Mastocitos neonatales y transferencia de IgE transplacentaria: ¿un mecanismo de herencia de la enfermedad o una barrera de defensa pasiva en infantes?
Neonatal mast cells and transplacental IgE transfer: A mechanism of disease inheritance or of passive infant barrier defense?
Las enfermedades atópicas presentan cierto grado de heredabilidad que surge, en parte, de la interacción de las condiciones genéticas, epigenéticas y ambientales. Sin embargo, estudios en humanos y ratones han sugerido un papel más directo del estado inmunológico materno en el desarrollo de la enfermedad atópica. La IgE materna puede acceder a la circulación fetal a través de la FcRN placentaria y ser captada por MC fetales. Este mecanismo podría proporcionar una protección de barrera neonatal pasiva contra helmintos, garrapatas o venenos que de otro modo serían potencialmente letales así como también podría transmitir algún riesgo para hipersensibilidad específica de antígeno.
Daniel F. Dwyer, and Joshua A. Boyce. “Neonatal mast cells and transplacental IgE transfer: A mechanism of disease inheritance or of passive infant barrier defense?”. Journal of Allergy and Clinical Immunology. VOLUME 148, NUMBER 1, PAG 76-77. 2021-07-01
DOI: https://doi.org/10.1016/J.JACI.2021.02.046
ABSTRACT
Las enfermedades atópicas presentan cierto grado de heredabilidad. Aunque los grandes estudios de cohortes sugieren que esta heredabilidad surge, en parte, de la interacción de las condiciones genéticas, epigenéticas y ambientales, estudios en humanos y ratones también han sugerido un papel más directo del estado inmunológico materno en el desarrollo de la enfermedad atópica.
Aunque la IgE juega un papel importante en la enfermedad atópica humana, no se cree que atraviese la interfase materno-fetal y rara vez se detecta en la circulación de ratones neonatales o humanos. Por lo tanto, los mecanismos subyacentes a la heredabilidad de la atopía aún no se comprenden completamente.
Los mastocitos (MC) son granulocitos ampliamente reconocidos como células efectoras centrales en enfermedades atópicas humanas. En tejidos como la piel, los MC adquiridos neonatalmente persisten hasta la edad adulta. Los MC expresan el receptor de IgE de alta afinidad (FcεR1a) en su superficie, a través del cual son capaces de capturar eficazmente la IgE circulante y liberar una amplia gama de mediadores proinflamatorios en el entorno extracelular.
Aunque la IgE circulante tiene una vida media de solo días, la IgE se puede mantener en la superficie de los MC durante meses. Por lo tanto, los MC tienen el potencial de servir como un `` reservorio '' de IgE en el tejido residente incluso en condiciones en las que no se puede detectar IgE circulante.
Science, Msallam establecieron que los MC fetales pueden unirse a IgE derivada de la madre y activarse posteriormente de una manera específica de antígeno tanto in vitro como in vivo. Estos hallazgos sugieren que la transferencia materna de IgE puede sensibilizar a los MC fetales para respuestas de activación específicas de antígeno en el período posnatal, sin embargo, se requieren estudios adicionales para determinar el grado en que la transferencia de IgE materna influye en el desarrollo de enfermedades alérgicas en los niños
Tanto los MC como la IgE desempeñan un papel protector en la defensa de la piel contra insectos parásitos como las garrapatas, lo que sugiere que la transferencia de IgE materna puede brindar protección contra los ectoparásitos. Además, una serie de estudios del laboratorio Galli ha identificado un papel de las proteasas MC en la degradación de venenos xenobióticos de reptiles e insectos, y se determinó un papel específico de la IgE para el veneno de abeja melífera y el veneno de la víbora Russel. Por lo tanto, la transmisión materna de IgE también podría proporcionar un grado de protección a los bebés contra picaduras y mordeduras que de otro modo serían potencialmente letales, particularmente en poblaciones con altos niveles de exposición y sensibilización.
Responsable del articulo: EVELIN SUREDA